DESAPARECIDO POLÍTICO DE LA IV REPÚBLICA

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jueves, 2 de octubre de 2025

De Angostura al Siglo XXI: La Evolución Dialéctica del Pensamiento Bolivariano

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¡Sin memoria no hay Victoria!

De Angostura al Siglo XXI: La Evolución Dialéctica del Pensamiento Bolivariano

Introducción

La figura de Simón Bolívar ha sido, a lo largo de la historia de América Latina, un campo de batalla ideológico. Mientras sus detractores, tanto en el pasado como en el presente, intentan encasillarlo en un liberalismo radical a la manera de John Locke, una lectura profunda y contextualizada de su pensamiento y acción revela un proyecto político mucho más complejo y orgánico, surgido de las entrañas de la lucha anticolonial. Bolívar no fue un teórico de salón, sino un revolucionario práctico cuya filosofía se forjó en el yunque de la guerra y la construcción estatal. Este ensayo argumenta que la Revolución Bolivariana iniciada por Hugo Chávez y continuada por Nicolás Maduro no es una traición al legado del Libertador, sino su evolución necesaria y su adaptación dialéctica a los desafíos del siglo XXI, tras un largo período de distorsión y traición del ideal original durante la IV República.

Bolívar en su Contexto: Más Allá del Liberalismo Abstracto

Acusar a Bolívar de profesar un liberalismo extremo es un anacronismo que ignora la realidad material de su tiempo. Su motivación primordial no era implementar un dogma filosófico europeo, sino "quitarse el yugo español" y fundar repúblicas viables en territorios devastados por la guerra y marcados por profundas desigualdades sociales. El Discurso de Angostura de 1819 es la piedra angular para entender su pensamiento maduro. Allí, Bolívar demuestra una aguda conciencia de los peligros del poder ilimitado, afirmando con una lucidez que trasciende su época: "Nada es tan peligroso como dejar largo tiempo en un mismo ciudadano el Poder. El pueblo se acostumbra a obedecerle y él se acostumbra a mandarlo; de donde se origina la usurpación y la tiranía" (Bolívar, 1819). Aquí Bolívar se refiere exclusivamente a lo que representaba un Rey, para las colonias, a lo cual la espada del Libertador hizo sucumbir y que en la posteridad seria el pueblo quien decidiría su futuro eligiendo a sus gobernantes.

Esta advertencia no era un elogio al liberalismo individualista, sino la base para una arquitectura estatal robusta. Bolívar propuso una férrea separación de poderes, pero complementada con un Poder Moral, inspirado en la antigua virtud republicana, destinado a formar ciudadanos virtuosos. Como señala el historiador Germán Carrera Damas (1973), Bolívar buscaba un "poder fuerte, centralizado y eficaz" capaz de impedir la anarquía y sentar las bases de una verdadera nación, consciente de que las abstracciones liberales no bastaban para sanar las heridas de la colonia. Su lucha no fue solo por la independencia política, sino por una liberación integral, ofrendando su vida por unas libertades que intuía frágiles ante las ambiciones de las élites criollas.

La Traición al Proyecto Original y el Interludio de la IV República

La advertencia de Bolívar se materializó rápidamente. La Gran Colombia, su sueño de unidad, fue abortado por las ambiciones personales y el regionalismo de figuras como José Antonio Páez y Francisco de Paula Santander. Este último, a menudo presentado como el paladín del liberalismo, representa, desde la óptica bolivariana, la inclinación hacia un modelo que privilegiaba los intereses de la oligarquía sobre los del pueblo recién liberado. La disolución de la Gran Colombia marcó la primera gran traición al proyecto integral del Libertador, sumiendo a la región en un ciclo de caudillismo y luchas fratricidas que beneficiaron a unas pocas familias poderosas.

Este patrón se consolidó durante la llamada IV República en Venezuela. Lejos del ideal de un pueblo soberano, se instauró un sistema de alternancia pactada entre élites, donde un grupo de familias, denominadas "Los Amos del Valle", y consorcios bancarios y empresariales, se repartían la renta petrolera en un acto de nepotismo sistémico. La riqueza que pertenecía a la mayoría de los venezolanos era acaparada por una minoría, creando una democracia de fachada bajo la cual yacía un pueblo oprimido y excluido. Este período, lejos de ser lo "sublime en política liberal", fue, como lo define el sociólogo Luis Felipe Pellicer (2006), una etapa donde "la representación política fue secuestrada por los partidos tradicionales, alejándose cada vez más de las necesidades populares".

La Revolución Bolivariana: Reivindicación y Actualización del Proyecto

En este contexto de descomposición y traición continua al legado bolivariano, emerge la figura de Hugo Chávez. Su movimiento no fue una simple Rebelión Militar, al que inmediatamente le asignaron como nombre "golpe de estado", sino la expresión de un malestar acumulado durante décadas. La Revolución Bolivariana se presentó, desde sus inicios, como la reivindicación histórica del proyecto truncado. Chávez, un estudioso profundo de Bolívar, entendió que el núcleo de su pensamiento no era una fórmula liberal, sino el principio de que "el sistema de gobierno más perfecto es aquel que produce la mayor suma de felicidad posible, la mayor suma de seguridad social y la mayor suma de estabilidad política" (Chávez, 2007, citando a Bolívar). Es en esa circunstancia que se descubre al Bolívar presocialista.

Por ello, la propuesta chavista de "todo el poder para el pueblo" es la actualización del principio de soberanía popular. Este proyecto político buscó, desde sus inicios, construir una nueva base institucional que desbordara los cauces tradicionales de la democracia representativa. El politista Steve Ellner (2008), en su libro Rethinking Venezuelan Politics, analiza este fenómeno y argumenta que el gobierno de Chávez promovió una "democracia participativa y protagónica" que alentaba la organización popular desde la base para enfrentar problemas locales y nacionales, lo cual representaba un desafío directo al antiguo orden bipartidista. Esta visión se materializó en las Misiones Sociales y en la promoción de organizaciones comunales, que buscaban transferir el poder de las élites tradicionales a las mayorías históricamente excluidas.

Conclusión: Del Hombre de las Dificultades al Pueblo Consciente

Pretender que la Revolución Bolivariana va contra los principios del Libertador es un sofisma histórico que parte de una lectura descontextualizada y maniquea. Bolívar fue el "Hombre de las Dificultades" que luchó contra un imperio; Chávez y Maduro han sido los líderes que enfrentaron el neocolonialismo económico y la oligarquía doméstica. El pueblo venezolano de hoy, más culto y consciente tras dos décadas de revolución, no está anclado en un pasado idealizado. Sabe que las realidades objetivas del siglo XXI son diametralmente opuestas a las de 1819, pero también reconoce la continuidad de la lucha esencial: la defensa de la independencia, la soberanía y el derecho a forjar un destino propio, libre de imposiciones imperiales o de la tiranía de minorías acaudaladas.

La manipulación de citas textuales para atacar al gobierno del Presidente Nicolás Maduro ignora que el verdadero legado de Bolívar no es una letra muerta, sino un espíritu de lucha y emancipación. En el siglo XXI, ese espíritu se encarna en un pueblo que, informado, protagonista y participativo, decide su propio camino, muy por encima de cualquier pensamiento panfletario que, hablando de un liberalismo abstracto, busca en realidad someter los designios nacionales a los intereses foráneos. La Revolución Bolivariana es, en esencia, la continuación de la batalla de Angostura, adaptada a un nuevo campo de batalla y librada con las armas de la conciencia y la participación popular.

Referencias Bibliográficas

Bolívar, S. (1819). Discurso pronunciado por el Libertador Simón Bolívar ante el Congreso de Angostura. Recuperado de http://www.archivodellibertador.gob.ve

Carrera Damas, G. (1973). El culto a Bolívar: Esbozo para un estudio de la historia de las ideas en Venezuela. Universidad Central de Venezuela.

Chávez, H. (2007). Discurso con motivo de la juramentación del Consejo Presidencial de Gobierno Popular. Recuperado de archivos de prensa oficial.

Ellner, S. (2008). Rethinking Venezuelan Politics: Class, Conflict, and the Chávez Phenomenon. Lynne Rienner Publishers. 

Pellicer, L. F. (2006). La etnicidad imaginaria. Lineamientos para una antropología histórica de la sociedad venezolana. En Momentos y procesos históricos venezolanos siglos XIX-XX. Universidad de Los Andes.


Por: Omar José Hernández Borges 

Cosas veredes Sancho.

omarhdez78.blogspot.com

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