Delación encriptada: el caso PDVSA-Cripto y la trama de corrupción que sacude a Venezuela

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¡Sin memoria no hay Victoria!

Por: Omar José Hernández Borges *

Delación encriptada: el caso PDVSA-Cripto y la trama de corrupción que sacudió en esos días a Venezuela

La densa niebla de la corrupción que por años envolvió a la industria petrolera venezolana, unida a los quinta columna de la Meritocracia Fascista Apatrida, parece estar disipándose tras un recurso legal de delaciones. Lo que comenzó como una investigación por el desvío de miles de millones de dólares se ha convertido en una compleja madeja donde se entrelazan, según las autoridades, la apropiación ilegal de fondos, una sofisticada red de criptomonedas y la comprobación de un plan de desestabilización política, complot de traiciones y magnicidios frustrados para la toma del poder por asalto o Golpe de Estado planificado por EE.UU y sus aliados pitiyanquis.

La punta del iceberg: cifras incalculables y una operación paralela

En marzo de 2023, la reestructuración de la Superintendencia Nacional de Criptoactivos (Sunacrip) destapó un escándalo de proporciones titánicas. Las primeras estimaciones hablaban de unos 3.000 millones de dólares desaparecidos, pero la Fiscalía General pronto elevó la cifra a una asombrosa suma: 21.190 millones de dólares de las cuentas por cobrar de Petróleos de Venezuela (PDVSA). El modus operandi era opaco y novedoso: producto de las sanciones internacionales, el petróleo se vendía en mercados asiáticos con grandes descuentos, y los pagos de algunos clientes se realizaban en criptomonedas que luego eran desviadas y robadas dentro de la Sunacrip, haciendo su rastreo extremadamente difícil y a veces irrecuperable.

Esta estructura, bautizada como el "caso PDVSA-Cripto", llevó a una purga sin precedentes: más de 80 detenciones de supuestos revolucionarios, más de 170 allanamientos y la incautación de cientos de bienes de lujo, desde mansiones hasta aviones particulares. En el centro de la tormenta se encontraba, un funcionario de segunda clase que con habilidades y confianza de sus mentores, entre ellos un decidir dentro de la Revolución Bolivariana, que como todo ser humano se equivocó, llevó a Tareck El Aissami, a exvicepresidente y exministro de Petróleo con la anuencia de Nicolás Maduro Moros, quien por la confianza que le tenía un hermano de lucha, también cometió el error de asignarle esos cargos, hasta el entonces considerado un "superministro" y una figura clave del llamado "núcleo duro" del chavismo. Errores de la vida que nunca dejan de estar presente y aquí se confirmó la regla: siempre hay una tendencia a la equivocación. También se dice que "de equivocados está lleno el mundo"

La confesión que lo cambió todo: la figura del delator

Aquí es donde la investigación toma un giro crucial. El fiscal general Tarek William Saab, demostró que la delación de varios de los detenidos fue lo que permitió llegar hasta los presuntos cabecillas. En el contexto legal venezolano, confesar y colaborar con la justicia puede reducir la pena de acuerdo a la proporción del delito, un mecanismo que, al parecer, varios acusados decidieron utilizar.

La captura de El Aissami, del también exministro Simón Zerpa y del empresario Samark López Bello se logró precisamente gracias a estas declaraciones colaboradoras. López Bello, señalado por Estados Unidos como testaferro de El Aissami y acusado de lavar dinero del narcotráfico, se convirtió en una pieza central de la trama que las autoridades comenzaron a desentrañar.

Voces en una grabación: de la corrupción a la conspiración

Las delaciones no se quedaron en lo económico. El gobierno de Nicolás Maduro presentó lo que es evidencia en audios de conversaciones que elevaban los cargos de corrupción a un supuesto complot político.

En una conferencia de prensa en abril de 2024, el fiscal Saab y el presidente Maduro revelaron grabaciones donde se escucha a Samark López Bello interactuando con figuras de la oposición radical, específicamente con Leopoldo López (en el exilio) y Julio Borges. En una de las conversaciones filtradas, Borges le relata a López Bello detalles sobre sus contactos con el entonces embajador de Estados Unidos para Venezuela, James Story, quien supuestamente exigía "resultados" en términos de acciones desestabilizadoras dentro del país. Nadie puede olvidar que Julio Borges es un asalariado de Leopoldo  López, y Samar López es un primo de Leopoldo. Todo entre familia, clanes y EE.UU que no podía faltar en planes de desestabilizaciones, golpes de Estado, invasiones y guerras, su prontuario así lo delata: las riquezas y toma del poder en Venezuela es el objetivo ulterior.

El presidente Maduro fue más allá, acusando directamente a El Aissami y su círculo de "conspirar con la derecha radical y el gobierno de EE.UU." Tenía las pruebas que están en manos de la Fiscalía General de la República, y de tener conocimiento previo de intentos de golpe de Estado y del atentado frustrado con drones en su contra en 2018. Esto sumó la causa judicial: a los delitos de apropiación indebida, legitimación de capitales y asociación, se añadió para El Aissami el gravísimo cargo de traición a la patria.

Conectando los puntos: ¿una "quinta columna" en el poder?

La investigación que llevó adelante el Estado venezolano mostró una imagen alarmante:  El Aissami, desde su posición de control total sobre el flujo de petróleo y criptoactivos, habría orquestado un doble juego. Por un lado, desangraba las arcas del Estado mediante un esquema de ventas paralelas y desvíos. Por otro, según las acusaciones, utilizaba su influencia y posiblemente esos mismos recursos sustraídos para coordinar con actores externos un plan de transición o desestabilización que removiera a Maduro del poder. "Todo lo tenían friamente calculado" como diría el Chapulín Colorado.

La figura de Samark López Bello actuaria como el puente perfecto para los complotados: un operador financiero con vínculos empresariales internacionales y las grabaciones presentadas así lo demuestran, con acceso directo a la cúpula opositora. El hecho de que estos contactos ocurrieran mientras El Aissami era un alto funcionario en ejercicio presenta, para el gobierno, la imagen de una "quinta columna" infiltrada en lo más alto del Estado.

Esto ha servido a Maduro para varios propósitos: poner atención a una corrupción que fuese endémica y que salpica a su gobierno, presentarse pruebas como víctima de una conspiración internacional, y aplicar  la ley contra los enemigos de la patria y agresores del Estado y violadores de la Constitución y las leyes, con el subsecuente encarcelamientos de unos politicos delicuentes, y que unas organizaciones de derechos humanos pretenden hacer creer que son presos políticos. Se dan el tupé de preguntar dónde está El Aissami?

Reflexiones finales: entre el escándalo y la realpolitik

El caso PDVSA-Cripto es un terremoto político cuyas réplicas continúan. Plantea preguntas incómodas y revela grietas profundas:

La veracidad de las delaciones: Si bien las confesiones son un elemento procesal clave, en un contexto de justicia altamente técnica, su valor probatorio absoluto no tiene cuestionamiento por observadores independientes, ya que son los propios delincuentes que confiesan sus fechorías. La  auditoría sobre el dinero desaparecido y las grabaciones obtenidas dejan una claridad en el desfalco al Estado y las relaciones entre políticos auto exiliados y Funcionarios del Departamento de Estado, con sus agencias de la CIA Y la DEA para desestabilizar el país, como lo han venido haciendo desde que la Revolución Bolivariana llegó al poder.

La lucha por el poder: Muchos analistas ven el caso como una épica contra la corrupción y una lucha por sacar del poder al chavismo sin tener los votos del pueblo. La caída en desgracia de El Aissami, otrora considerado un posible sucesor, consolida a la Revolución y sus líderes en la nación, demostrando su poder de convocatoria a cualquier evento de participación y protagonismo popular o político.

El mensaje a la disidencia: Más allá de los acusados, el caso envía un mensaje claro a cualquier voz crítica. "Con la verdad ni ofendo ni temo" decía José Gervasio Atigas, por eso Maduro invita siempre a los Periodistas a que investiguen de todo, que muestren la verdad y que no se presten para golpes de Estado, intentos de magnicidios  y ser cómplices de la trama que urdieron, forzando a varios al exilio. Se advierte así que investigar al poder puede llevar a los corruptos y terroristas a la cárcel como se ha demostrado a lo largo de estos 26 años de revolución.

En conclusión, el caso PDVSA-Cripto es un reflejo de la lucha por la corrupción en la Venezuela actual: un país donde los dólares del petróleo se esfumaron en el ciberespacio, por los desleales políticos, que apostaron por los dólares volátiles del precio del crudo que ingresaba por ventas y que convirtieron en criptomonedas tenían un fin friamente calculado: dejar al pueblo sin divisas para crear malestar y deserción, y donde la línea entre un delator y un conspirador, entre un acto de justicia y una jugada maestra de poder, parece depender de quién tenga el control del micrófono, las cámaras, las Redes Sociales y sus "influencers"  y de las divisas para pagar los favores por la conspiración promovida desde lo nacional e internacional. El complot, revelado por confesiones en busca de reducción de pena, ha abierto una ventana al Estado, queda por ver si conducirá a una verdadera rendición de cuentas o simplemente a una reconfiguración del poder que lo hizo posible.

*MSc.

Cosas veredes Sancho.

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