DESAPARECIDO POLÍTICO DE LA IV REPÚBLICA

DESAPARECIDO POLÍTICO DE LA IV REPÚBLICA

lunes, 8 de abril de 2019

La solidaridad, la eterna compañera de los revolucionarios


La solidaridad, la eterna compañera de los revolucionarios

A los camaradas que dieron su sudor y hasta la vida para que en Venezuela se tuviera la oportunidad de darse un socialismo a la venezolana, como Bolívar en sus tiempos, se dio una república peleándose con el imperio español, o como Francisco de Miranda, que conoció mundos lejanos para la época, fue el incomprendido, ¡pero que tipo tan solidario! con el muchos compatriotas venezolanos entendieron lo que era una revolución. Fue perseguido hasta su muerte, pero dejó sembrado el espíritu de la constancia para poder elevar la bandera que trajo como símbolo de la venezolanidad.

En los tiempos de revolución es necesario que se haga un recuento de los compatriotas combatientes de los años 60´, 70´ y 80´, de los que sobrevivieron a ese proceso, quienes tuvieron la valentía y la convicción del porque se luchaba contra el capitalismo. El 27 y 28 de febrero de 1989, en el conocido Caracazo, los venezolanos vieron por primera vez el rostro de ese tan temido monstruo, que enfilo sus garras contra más de 3.000 compatriotas que salieron a enfrentarlo, y ¡vaya que sí tuvo su resonancia! porque hizo cimbrar las estructuras del Pacto de Puntofijo y de la oligarquía criolla.

Luego el Comandante Eterno, Hugo Chávez los fue conociendo uno a uno, a los que sobrevivieron, aquellos “gloriosos Camaradas, Combatientes de la Guerrilla en Venezuela”, unos entendieron las razones de la rebelión de los soldados bolivarianos, otros con las ínfulas de los sabelotodo no comprendieron el momento histórico y desde un primer instante enfrentaron al movimiento que venía con la intención de superar el sempiterno 5% de los sufragios de la izquierda anquilosada, que no daba pie con bola y sumergida en continuos fracasos, se iban convirtiendo en grupúsculos, quizás con las mejores intenciones, no se les puede quitar, pero con un tiro en el ala por las profundas divisiones, por los distintos  enfoques ideológicos que le imprimían a sus liderazgos, en donde cada líder encontraba un submundo para enfrentar fraccionados a un coloso interno que tenía el apoyo y contaba con los recursos provenientes de la entrega de las riquezas del país al imperialismo yanqui. Y sobre todo unas Fuerzas Armadas domadas.  

Dejemos eso hasta aquí, para no herir susceptibilidades, puesto que una vez que “cambia de paisaje” el Comandante Chávez se arrecian las aspiraciones y empiezan a enfrentar al Presidente Constitucional Nicolás Maduro Moros, duélale a quien le duela, fue el designado al bate y a quien todos, los que se consideran revolucionarios, deben apoyar para que cumpla con el pesado legado que le fue encomendado. No es menester verse en el mismo espejo del Libertador, debido a que nadie de los que lo acompañaron tuvo la oportunidad de cumplir con su misión, con la encomienda: ¡Colombianos! Mis últimos votos son por la felicidad de la patria. Si mi muerte contribuye para que cesen los partidos y se consolide la Unión, yo bajaré tranquilo al sepulcro”.

Hugo Chávez le dio viabilidad a ese inmenso contingente de venezolanos que se encontraban desesperanzados, viviendo de las migajas de quienes se repartían las riquezas de Venezuela, y el resto que se jodiera. Los ingresos petroleros eran de las castas oligárquicas de Venezuela y latinoamerica. Los partidos Acción Democrática y COPEI, con sus afiliaciones a las corrientes socialdemócratas  y socialcristianas, preparaban a sus líderes del futuro que le dieran continuidad a los acuerdos partidistas para turnarse en los gobiernos, que poco a poco fueron destruyendo la moral y la ética de los venezolanos, puesto que sus líderes se sumergieron en la corrupción para darse estilos de vida que no podían costear con sus ingresos profesionales ya fueran en la administración pública o en la empresa privada, que al final era un solo combo, puesto que se develó ese conciliábulo, que muchos conocían pero que eran incapaces de denunciar o castigar, cuando Jaime “Bochinche” les condonó la deuda externa aquella, luego “del mejor refinanciamiento del mundo”  dejando para la historia la famosa frase “la banca me engañó”.

Bueno, sigamos con los Camaradas Combatientes de la Guerrilla de Venezuela, esos eran los que denunciaban los desmanes de los últimos 40 años de la IV República, esos son los imprescindibles, a decir de Bertolt Brecht, los que no tenían días libres en las montañas de la patria, los que expusieron sus vidas a cambio de nada, solamente los movía la idea de llevar adelante la lucha por mejores condiciones de vida para los campesinos, los trabajadores, los estudiantes, para las familias venezolanas a las que solo les alcanzaba el sueldo para hacer milagros. La escasez en los hogares era el pan de cada día. Los torturados, los desaparecidos, los muertos salían de  las clases marginadas, eran los combatientes en los cerros o en las barriadas de las principales ciudades del país. Eran los perseguidos de todos los días en estas tierras, que conocían de sus bondades cuando esos revolucionarios las cruzaban llevando el mensaje, que como Cristo, les insuflaban a sus coterráneos las ideas de que otro mundo era posible, con otro sistema de gobierno que le diera “la mayor suma de felicidad posible”.    

Al respecto, hay una reflexión que observé en Facebook, la cual publicó Alberto J. Cardona el 04/04/2019 y “retwiteo” Rosa Castillo, hija de un recordado paisano de Aragua de Barcelona, que lo dice todo: “Si el socialismo es tan defectuoso, ineficiente, como afirman los oligarquías y la derecha, por qué no se le permite desplomarse por sí solo? Por qué se requiere bloquear, sancionar, boicotear a los países que intentan desarrollar un proceso para implantar el socialismo? Pareciera que quienes se empeñan en obstaculizar tal proceso, tienen fundado temor de la posibilidad de éxito de este modelo que procura alcanzar el bienestar de la gente distribuyendo equitativamente la riqueza”.  

En fin, es necesario que se les haga un reconocimiento público a los compatriotas combatientes y en ese sentido se propone que sea el 08 de octubre de 2019, el día del Guerrillero Heroico, Ernesto “Che” Guevara, la fecha de inicio a la integración de los combatientes y sus familiares a ser atendidos, por un gobierno de izquierda, revolucionario y socialista, que haga honor a esos luchadores que dieron su esfuerzo por un mundo mejor. Mientras llega esa fecha que se vayan organizando en sus brigadas estadales y hacer llegar sus nombres y direcciones a los dirigentes del Gran Polo Patriótico Simón Bolívar de cada región del país para que puedan ser contactados y de una vez por todas convocados para tal fecha y que se les dé la oportunidad de participar en los programas sociales de la Revolución Bolivariana. ¡Patria o Muerte, Venceremos!.

Omar José Hernández Borges

omarhdez78.blogspot.com

No hay comentarios: