El
ayer de la Democracia Representativa y el hoy de la participación y protagonismo
del pueblo auspiciado por la Revolución Bolivariana.
Es importante hacer una retrospectiva, para
conocer de dónde se viene, las facilidades que se tuvieron en el pasado y los obstáculos
que se le colocan en el presente al avance de la Revolución Bolivariana, para
detener el esfuerzo que se hace con el objetivo de lograr una patria digna,
para los venezolanos y aquellos que de buena voluntad quieran venir a esta
tierra de gracia a dar su aporte, para que en colectivo se realice la construcción
del Socialismo del siglo XXI, a la venezolana, con todos los sin sabores que
ello representa, por saber a quien realmente se está enfrentando.
A los gobiernos de la IV República,
más concretamente los del Pacto de Puntofijo no los bloqueaba nadie, no tenían
ningún tipo de guerra económica, los
Elliott Abrams de turno estaban cómodos en Venezuela porque se llevaban las
riquezas sin comento ni protesta alguna de los pseudo líderes de las toldas
adecas y copeyanas, ni pensar en los
efectos para la población de un apagón o "blackout" eléctrico.
Mucho menos pensar en un ataque cibernético
al Sistema Eléctrico Nacional, era como decir que estaba presente ante la
ciencia ficción. Pero no, en realidad ocurrió en Venezuela producto de la maquiavélica,
con el perdón de Maquiavelo, acción de los neonazistas y fascista que dirigen la
política del gobierno de los Estados Unidos.
Los gringos les facilitaban
los créditos blandos a cambio de mantenerles el barril de petróleo en $ 7,00.
Las calificadoras de "Riesgo País" ni se conocían en esta parte del
planeta. En este país no había preocupación por nada ni por nadie, cada quien vivía
como Dios dispusiera el momento, los pobres se iban amontonando cada día que
pasaba y los politiqueros de oficio bien, gracias.
En las universidades del país
se resistía el embate del capitalismo y sus políticas neoliberales. Cuando los
estudiantes salían a protestar lo que recibían era plomo parejo y gases lacrimógenos
hasta decir ¡ya basta!, pero eso no era suficiente para calmarlos, y entonces
procedían a las detenciones ilegales o secuestros, torturas y desapariciones
forzadas, era la política de estado de los "Grandes Estadistas de los 40
años de la democracia farandulera y corrupta. Hoy muchos de ellos se rasgan las
vestiduras en defensa de esa democracia representativa, porque los gringos y
las oligarquías extranjeras y nacional los enseñaron a odiar al pueblo, porque de
esa manera había menos con quien compartir el botín de las arcas de la república.
Los líderes políticos de la
derecha, de la democracia social y democracia cristiana, robaron y saquearon el
erario público sin medida, se bañaban en los dólares que no le llegaban al
pueblo sino a sus bolsillos, por eso fue la guerra, primero contra Chavez y ahora
contra Maduro, pero la verdad de perogrullo, realmente va destinada al “Juan
Bimba” de siempre, al “pablo pueblo” que no tenía quien lo defendiera y
aquellos que supuestamente eran sus dolientes que tomaban su vocería, eran
otros pillos que negociaban prebendas personales y de grupúsculos tras bastidores.
Los militares, con sus
honrosas excepciones de esos tiempos, se hicieron famosos por su política
agresiva contra el pueblo y el matraqueo era el pan de cada día. Tanto odio sentía el uno por el otro, que en las
protestas públicas los que sacaban la peor parte eran los ciudadanos que morían
al salir a defender sus derechos. Uno de esos momentos fue cuando Carlos Andrés
Pérez aplicó el Paquete Económico (política de Shock Económico) el 16 de
febrero de 1989 y profundizó el 26 de ese mismo mes.
El resultado fue el alzamiento
del pueblo conocido como el Caracazo, movimiento popular sin conducción política,
ocurrido el 27 de febrero de 1989, fue lo que desnudó la realidad de ese odio inoculado
entre lo militar y civil, con más de 3.000 personas muertos por el fascismo. El
pueblo padeció en lo físico, al protestar las medidas económicas neoliberales,
pero espiritualmente se ganó las simpatías del mundo, al enfrentar al
imperialismo y sus medidas económicas.
El padre de la corrupción
adeca en Venezuela, Rómulo Betancourt, decía de los militares que se les podía
mantener tranquilos si se les daban las tres “C” (Cobre, Caña y Culo), esos eran los representantes de la
estirpe de los Libertadores de América, que tuvieron su mayor impacto en el
Pacto de Puntofijo, porque hasta una “barragana” de un Presidente, nacido bajo
los acuerdos que tanto le gustan a los políticos de la derecha, se vestía de militar,
sin ser parte de ese cuerpo, y decidía en los ascenso militares. Eso se acabó
cuando el Comandante Eterno Hugo Chávez llegó al poder; y desde un principio no le
perdonaron que adecentara la vida castrense.
Ante eso, en estos nuevos
tiempos, con todas las dificultades que las hay, bajo una fortísima agresión
del imperialismo yanqui y sus corporaciones transnacionales, ha despertado la
conciencia cívico-militar, a tal punto que hoy todos juntos están dispuestos a
inmolarse por mantener una reconquista de una independencia y autodeterminación
que se había perdido, desde la traición de Páez a Simón Bolívar.
¡Leales
siempre, traidores nunca! – ¡Patria o muerte, Venceremos!
Omar J. Hernández B.
omarhdez78.blogspot.com / omarhdez78@gmail.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario