Estímulo
al emprendedor del barrio para superar la crisis económica con los “Poderes Creadores del Pueblo”
Mientras al pueblo
emprendedor de las comunas de los barrios, de las ciudades de este país no se
tomen en cuenta para la producción de bienes y servicios no se saldrá del
atolladero en que tiene el imperio con sus sanciones económicas y políticas a
la patria de Bolívar y Chávez.
Es obvio, lo vemos todos los
días, que a mayor oferta se puede contrarrestar el “bachaqueo”, es una ley
de la economía clásica, a gran existencia de mercancías necesarias para el
normal desarrollo de la vida de los ciudadanos se garantiza la tranquilidad o
sosiego de los venezolanos. Sí por un lado se traen los productos de los países
aliados, mientras se superan las dificultades, y a la vez se apuesta por los pequeños
productores nacionales se ayuda a combatir el desabastecimiento o escasez de
productos que busca el pueblo desesperadamente
por las calles de Venezuela.
Un ejemplo sencillo lo puso la
Dra. Iris Varela, Ministra para el Servicio Penitenciario, el día miércoles
19/12/2018, en el Instituto
Autónomo de Caja de Trabajo Penitenciario (IACTP), ubicada sus instalaciones en la Candelaria, Caracas, en donde
un grupo de jóvenes que pagan condena por delitos cometidos, están contribuyendo
con la producción de calzados en la unidas socioproductiva “Huellas
del Futuro”.
Qué pasaría si con la
filosofía, del Maestro de América Simón Rodríguez (Samuel Robinsón) y del
Maestro margariteño Luis Beltrán Prieto Figueroa, de “Aprender –Haciendo” con
el apoyo del Instituto Nacional para la Capacitación y Educación Socialista (INCES)
se impulsan en las comunidades los Programas de Formación en Manufactura de
Calzados y otros productos necesario para cubrir necesidades de la población. Consolidada
esa propuesta se pudiera tener una red de fabricantes nacionales, asentados en
las comunidades, que harían frente a cualquier Guerra Económica, venga de donde
venga.
Pero es importante dejar
claro, que una vez que el INCES cumpla con su formación en las comunidades, no
debe retirarse hasta que la Unidad de Producción Socialista injertada inicie y
consolide su proceso de producción, el acompañamiento debe ser permanente y
monitoreado en todas sus fases. Ese debe ser el nuevo rol de la referida
institución.
Esto demostraría que no es
descabellada la idea de darle el poder al pueblo para que desarrolle
habilidades y destrezas en función de contribuir con el desarrollo nacional. Es
una forma de hacer entender a todos que si no se produce para satisfacer las
necesidades de la población, Venezuela estará condenada toda la vida al vaivén
de las situaciones que impongan los imperialistas y los oligarcas que añoran
volver a gobernar este país.
Ese solo ejemplo indica que
se puede desarrollar nuevamente la industria de la tenería, como ocurría en el
pasado; y no dejar que los cueros de la
ganadería de esta patria vayan a otros lados a ser curtidas y para elaborar los
calzados que luego traen a estas tierras, perdiendo con ello el valor agregado
que se le podría dar a esa industria, es decir la generación de puestos de
trabajo, en áreas conexas y sucedáneas, que contribuirían al aumento del
Producto Interno Bruto.
¿Qué
Hacer? El gobierno de la Revolución Bolivariana primero tiene
que dirigirse a los Consejos Comunales y las Comunas para iniciar un proceso de
enseñanza – aprendizaje en oficios que pudieran ayudar a resolver de una vez
por todas el problema económico. Con la asistencia en entrenamiento y la
entrega de materias primas se pudieran iniciar los injertos socialistas
económicos que harían posible la satisfacción de necesidades en las
comunidades, de una manera directa. Una forma es el crédito con materiales,
herramientas y equipos y una parte de dinero circulante, el flujo de caja para
el normal funcionamiento, para dar inicio a los procesos productivos de acuerdo
a las potencialidades y vocación de cada zona en donde se asienten las unidades
de producción socialista.
Las tiendas CLAP, con la
data de los beneficiarios de dicho programa, apoyándose como hasta ahora lo han
hecho con los jefes de calles, pasarían las necesidades en calzado y vestido
(tallas de los miembros de las familias de su comunidad) a los productores
comunitarios, quienes iniciarían sus procesos productivos con un mercado seguro,
para luego ir suministrando los productos excedentes al resto del comercio que
se instale en su punto y circulo.
Los productores populares en
sus comunidades fabricarían los productos que le venderían a los CLAP de
acuerdo a la estructura de costos reales, que los economistas, ingenieros y
administradores de las propias comunidades (Maestros INCES) les entrenarían, para que le coloquen los
precios solidarios a los productos que generan. Así mismo pagarían créditos a
la banca del estado para proveerse de los materiales necesarios para la
continuidad de sus pequeñas y medianas empresas.
Sin esos estímulos seguirá
la economía dependiendo de los grandes importadores devoradores de divisas
(dólares y Euros), y encarecerían a su antojo las mercancías que requiere la
población venezolana. Un país no se desarrolla si no se apuesta a que sus hijos
pueden producir con materiales propios de su entorno (Desarrollo Endógeno) y la
creación de tecnología criolla. Si no se empuja en ese sentido, para lograr ese
propósito, seguirá la condena al fracaso y a lo que impongan las fuerzas
económicas foráneas y su neoliberalismo salvaje.
El pueblo lo que necesita es
confianza para demostrar que si se puede. Al haber producción en las
comunidades, todos aquellas personas que están en ocio pueden participar en los
procesos productivos, lo que se necesita es darle poder, como lo pregonaba el
Comandante Eterno Hugo Chávez, en este caso lo que se requiere es inyectarle el
poder económico para que desarrollen sus potencialidades, como decía Aquiles
Nazoa, despertar los “Poderes Creadores del Pueblo”.
El trabajo que se propone es
colectivo, hacer del pueblo un solo elemento dinamizador de la economía, pero si
no se le dan los recursos (los cuatro factores de la producción: Tierra,
capital, Dirección -conocimientos y tecnologías- y Trabajo), lo que en el
capitalismo si se le da con mucha confianza a la burguesía y oligarquía,
cuestión que no sucede con los de a pie de esta patria, se seguirá a la deriva,
y se podría parafrasear al Libertador Simón Bolívar en Santa Marta, ante
lo que quedaba de su obra: “La Revolución ha arado en el mar”.
Si se revierte la propuesta
del capitalismo, de imponer su guerra de cuarta generación; además de la
especulación y escasez, se podría decir que la revolución va en la vía del Socialismo
del siglo XXI, pero es necesario que en momentos de crisis se den los
pasos para que se pueda avanzar en su construcción, no basta con una
declaración de buenas intenciones, hacer lo contrario, lo que hasta el momento siguen
haciendo los infiltrados en la revolución, que no creen en el pueblo, seguirá
la rémora y no se avanzará sino hasta donde quieran los “cuanto hay pa` eso”.
Es tarea de los alcaldes,
gobernadores y concejales impulsar la propuesta de darle poder al pueblo para
desarrollar Unidades de Producción Socialista, en el territorio donde son
autoridades por la voluntad del pueblo.
También es importante que se
cree la Universidad de las Comunas “Comandante
Eterno Hugo Chávez”, la cual ira formando los Ingenieros de Proceso Productivos de las Comunas, con la finalidad de ir generando la mano de obra
calificada que contribuya con la creación de tecnología vernácula para el apoyo
de quienes emprenderán la producción de los bienes y servicios que se pueden mercadear
dentro de las propias comunidades para combatir la situación de escasez,
especulación e inflación.
“Cuando
encuentras soluciones vas encaminado hacia la felicidad”
Omar J. Hernández B. *
omarhdez78.blogspot.com – omarhdez78@gmail.com
*MSc.
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