Falsos
Liderazgos: No aportan al debate democrático ni hacen oposición política al
gobierno de Nicolás Maduro
Es notorio que la oposición política al gobierno de
Nicolás Maduro implosionó, se hicieron el harakiri (sin tener el honor y valor
para abrirse el vientre) o parafraseando
la canción cubana de 1941, “pobres
Chacumbeles, ellos mismos se mataron”, por desamor del pueblo.
Lo expresado por diferentes voceros de la oposición
echa por tierra toda la buena voluntad que pudieron haber tenido, si es que en
verdad alguna vez abrigaron ese sentimiento, para fortalecer el sistema
democrático, lo cual se aprecia al observar los medios de comunicación en donde
aluden a Venezuela. Por ejemplo, Julio Borges que cacareaba por todo el mundo
que en este país lo que hay es una dictadura, que no hay libertad de expresión
y que las garantías para el ejercicio de la política estaban confiscadas, con
estas razones era que justificaban el “irse demasiado” de los jóvenes,
allende al mar.
Toda esa argumentación se vino abajo porque en unas
declaraciones que el mismo personaje dio en Washington, 06/04/2018, expresaba
que los venezolanos son un “grave
problema social” y una “enfermedad contagiosa” para muchos países vecinos, como Brasil, Chile, Argentina, República Dominicana, Colombia y Panamá.
Esos politiqueros de la IV República, que se llevaron
los dineros del pueblo, como vulgares ladrones, son los que salen al exterior a
dejar mal parado el gentilicio venezolano. Allí se tiene a Antonio Ledezma, que
se desgarra las vestiduras como demócrata, que implora por el mundo que
intervenga los Estados Unidos y sus aliados a la Venezuela que ellos tanto aman
y añoran, resulta que tiene un familiar que está detenido en España por fraude
y hacer inversiones con dineros venezolanos de dudosa procedencia.
Esa es la gente que modela el comportamiento de sus acólitos,
quienes dicen ser los auténticos luchadores sociales por los intereses del
pueblo. Pero la realidad es otra, son los testaferros que sacan a relucir el
botín mal habido, pero como a Dios no se le escapan esos detalles, procede por
la justicia terrenal a que se les
castiguen y sigan como parias pagando caro sus inconsecuencias con la patria
que los vio nacer; claro está que algunos delincuentes del gobierno español quieren
esa fortuna para ellos.
El Presidente Maduro ha intentando llevar a los
empresarios nacionales a que entiendan que este país es de los venezolanos y
que la paz es la que garantiza que todos ganen en esta guerra contra la
pobreza, sin embargo el capitalista no entiende eso, porque hoy en su posición
política, desechando a un lado su actividad económica, lo que persigue es el
derrumbe del modelo de gobierno que se está construyendo como una forma de
contribuir a tener un país potencia para el beneficio de todos, ya que en estos
1.147.282 km (incluida la Guayana Esequiva) caben los
venezolanos más aquellos que vinieron a buscar una mejor vida a estas tierras.
Pero como todos saben, los empresarios agrupados en
FEDECAMARAS, y todas las “fedes”
que han inventado, antes y después del Pacto de Punto Fijo, para repartirse los
dineros provenientes del petróleo, se dieron cuenta que quienes los
extorsionaban son unos pillos, tan igual que ellos, por ende van por su propio albedrío
a buscar el botín, sin intermediario alguno, y si el gran premio se les escapó
la primera vez que lo intentaron después de tenerlo en las manos por 47 horas,
con el pupilo que se convirtió en un “cobarducho dictadorzuelo”, ahora
pactan con el imperio tras bastidores para asumir el trabajo de acabar con
Nicolás Maduro.
Los empresarios oligarcas que estuvieron amancebados con
la renta petrolera, quitado ese privilegio por el soberano, ahora se dedican a
desestabilizar la economía, desde todos los puntos de vistas, es el Caballo de
Troya que trata de penetrar como sea el fuerte escudo que tiene la revolución,
que es la fe del pueblo, al encarecerle los productos cada vez que hay un
aumento de sueldos y salarios.
Es muy cierto que no
le debes dar poder a quien trata de destruirte, de derribarte, de darte
un golpe de estado, empero el que cree que Dios existe, está en la ruta para
que se haga posible su reino en estos lares. No en balde el Cristo redentor dio
su vida para hacer entender que si es posible lograr objetivos a sacrificio de
su propia existencia, esa es la terquedad que da los frutos que se esperan del
trabajo que se realiza para encontrar la senda por donde se debe transitar en
sana paz, en la búsqueda de la solidaridad colectiva. Por comprender que todo
lo humano es perfectible, se hace el esfuerzo para que se puedan establecer
acuerdos en beneficios de las mayorías depauperadas, no porque las políticas
del gobierno de Maduro sean malas, sino porque tiene en frente a un Goliat que
obstaculiza todos los esfuerzos que se hacen para empoderar al pueblo. A los
Estados Unidos no le parece que eso es bueno y ataca, BLOQUEA, es su
naturaleza.
El error ha sido que la Asamblea Nacional
Constituyente (ANC) se ha demorado en hacer las leyes que protejan
definitivamente al pueblo. El Libertador Simón Bolívar en su tiempo, en plena
guerra, como la que hay ahorita, pero de diferente modalidad e intensidad,
tomaba la sabia decisión de mandar a fusilar a quienes hacían mal uso de los
recursos del pueblo. Este caso es similar, debe hacerse justicia que
escarmiente a quienes se apropian del dinero de los más débiles, de los
trabajadores, al poner precios que dan al traste con cualquier medida de aumento de sueldos en
proporción con los precios de los productos. Chávez fue muy exitoso al
responderle al enemigo con la acción retardada, pero en este caso se está
alargando la respuesta que es necesaria para equilibrar la fuerza del eslabón
que recibe la mayor presión, en este caso, por donde más le duele al pueblo, la
alimentación, las medicinas, el transporte, el vestido y calzado.
A los ladrones de cuello blanco, entre ellos los
especuladores, los corruptos que en este
país no los consideraban como tal porque
no pertenecen a la clase popular, a esos
los perdonan y es como si no estuviera pasando nada. Mínimo diez años presos
deberían darles por esconder los productos que necesitan niños, ancianos,
mujeres en estado de gravidez y todas las personas que requieren alimentación y
medicinas. La lenidad es el mal que acaba con las esperanzas de una revolución.
Por tal condición debe hacerse el esfuerzo supremo de dar castigo ejemplar a
quienes les hacen un gran daño a la población. Esa es una guerra declarada que
tienen los comerciantes contra los más débiles y están socavando las bases de
la Revolución Bolivariana, sin que se castigue a quienes impulsan esa guerra
fratricida y la intervención de ejércitos foráneos para tomar posesión de esta
patria.
En el diario peregrinar de buscar el sustento, en los
diferentes lugares que se visitan, se oye el mismo lamento de adversarios y
parciales: “No hay gobierno”. El pueblo llano le echa toda la
culpa de sus malestares a la única cara visible de la revolución, del gobierno,
que busca el camino para llegar al Socialismo del Siglo XXI. Es cierto que
Nicolás Maduro no puede estar en todos los lugares al mismo tiempo, como decía
Fidel Castro “Chavez no puede ser el alcalde de toda Venezuela”,
también es cierto que el equipo de gobierno es insuficiente para atender el más
grande bloqueo que se haya realizado en tierra firme de este continente. Están
tratando de estrangular por hambre y las carencias para atender las
enfermedades y otras necesidades de los compatriotas venezolanos. Por ello el
Libertador orientaba lo siguiente: “Dignaos
conceder a Venezuela un gobierno eminentemente popular, eminentemente justo,
eminentemente moral, que encadene la opresión, la anarquía y la culpa. Un
gobierno que haga reinar la inocencia, la humanidad y la paz. Un gobierno que
haga triunfar, bajo el imperio de leyes inexorables: la igualdad y la libertad”, eso mismo espera el pueblo para meter en cintura a
quienes lo burlan descaradamente.
El pueblo no tiene los mecanismos para frenar la
especulación, la inflación, la escasez inducida o artificial, el fenómeno del
“BACHAQUEO” —nueva forma del comercio informal donde un venezolano pobre
explota a otro de su misma ralea— esos son los grandes males que está sufriendo
la población y por más que trates de explicárselo no lo entienden o no quieren
entenderlo, solo se aferran a que no hay gobierno. No se dan cuenta que desde
que los Estados Unidos y sus aliados, en Venezuela y el resto del mundo, se han
impuesto la tarea de echar abajo un sistema que en principio empezó a roncarle
duro al capitalismo, que se puede convertir en el paradigma que resuelva los
males de esta región y ejemplo para otros países en el mundo, Con el asesinato
de Chávez buscaron atemorizar a quienes se le interpusieran en su camino de
afianzar; aun más, el poder “en su patio trasero”.
A los adversarios políticos internos, sus amos, les
dieron la orden de que a este gobierno tienen tumbarlo a como dé lugar, cueste
lo que cueste, y se comienza por ablandar la voluntad, la fortaleza espiritual
de quienes viven en esta patria. Ese es el objetivo del imperio y sus lacayos
que salen a machacar, día a día, lo de la falta de gobierno para que surta el
efecto de debilitar la fe en la revolución y acabar con la utopía de que si es
posible vivir en socialismo, donde el ser humano sea el motor que impulse el
eje de la gestión pública en el proceso de cambio que se está dando.
Otro si:
El problema del transporte se está escapando de las
manos. Es un problema de seguridad nacional, por ahí comenzó el “Caracazo 1989”,
ahora las cosas son diferentes, pero no deja de preocupar, si usted va, por
ejemplo, al terminal La Bandera (Caracas), al de Maracay y al Big Low en
Valencia, encuentra una completa anarquía. Los precios que se fijan para las
rutas no se respetan, los policías y demás cuerpos de seguridad están de
figurines, no los respetan y entre otras cosas, para que las personas les
agarren mala voluntad dejan correr el rumor de que “les mojan las manos” para que no
hagan cumplir los reclamos que hacen los usuarios, al ser violentadas las
ordenanzas municipales sobre los precios de los pasajes de las rutas urbanas y
extra-urbanas.
Los funcionarios tienen que tratar de revertir esa
matriz que los afecta tanto como a sus familiares.
Hace falta que los alcaldes, los gobernadores y las
autoridades de los terminales de pasajeros hagan cumplir a los dueños de las
unidades de transporte (Autobuses y Camionetas) el horario de salida y que
recojan a los pasajeros dentro de los terminales, porque se da el caso de que
están colocando sobreprecios a los pasajes en las mismas camionetas que deben
atender sus rutas diariamente.
Otro caso es que inventaron, desde años atrás, lo de autobuses y camionetas “habilitadas”, para distorsionar el pasaje de Caracas a Valencia, y viceversa, que debe costar Bs.S 30,00 ¡lo están cobrando a Bs.S 100,00! Lo peor es que esas unidades deben trabajar en ese horario para la atención a los pasajeros. Eso es lo que viven los usuarios diariamente. “Y vuelve el perro arrepentido con el rabo entre las patas”: En el terminal de la Bandera repiten como el loro: No hay gobierno. La crítica constructiva es para que se mejore el servicio y la atención del sector que viene de capa caída.
La excusa de los transportistas es que no tienen
repuestos y cauchos, pero ese dinero que cobran excesivamente da para eso y
mucho más, puesto que adicionalmente le están metiendo pasajeros parados en
rutas largas, como por ejemplo Caracas – Acarigua. El sector del transporte, es
decir los empresarios dueños de las unidades, son los que están conspirando
abiertamente en contra del gobierno, ese es el que está impulsando la campaña: No
hay gobierno. Pero son los que mayores beneficios le sacan tanto al
gobierno como a los usuarios, sin invertir en la mejora de sus unidades.
omarhdez78@gmail.com / omarhdez78.blogspot.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario