Caracas, 03 de enero
de 2016
Opiniones,
son opiniones: No ayayay
A veces no es necesario
polemizar los pareceres sobre situaciones que vive el venezolano diariamente
por estos medios.
Sin embargo en este país
desde que Chávez llegó al poder, éste dio la posibilidad de que el pueblo se
exprese libremente, no hay censura alguna y por tal motivo no debe haber ningún
impedimento o miedo alguno para que se discuta por cualquier vía lo que es
vital para la Revolución Bolivariana.
Es bueno recordar una de sus
frases: Unidad en la diversidad.
Nadie puede sentir más que
se pierda la revolución que el pueblo, por eso mismo quien mejor que éste para
conocer y participar del debate de las ideas y circunstancias que ocurren en vísperas
de que se presente un referéndum al cual hay que enfrentar con toda la
información que se pueda disponer para poder dar una respuesta contundente
utilizando todas las R que se han presentado hasta ahora.
O que se presente un evento
extraordinario, como es el golpe de estado por cualquier vía; y de eso estamos
conscientes todos los venezolanos, puesto que es EE.UU el que está detrás de la
oposición política venezolana para que por cualquier vía se le entreguen las
riquezas del país.
No hay otro medio para que
la gente haga llegar sus propuestas, sus opiniones y todo lo relacionado con los sentires que puedan tener el común y los opinadores de oficio, sino aquellos medios
de comunicación disponibles en Venezuela y allende al mar que tengan a bien publicar a quien emite una critica positiva, puesto que lo que se dice para que se mejoren ciertas cosas se hace en el buen sentido de contribuir de alguna forma en la construcción colectiva del socialismo. No hacerlo sería engañar a uno mismo y a nuestros
dirigentes.
Todos quisiéramos tener uniformidad
en las opiniones, más eso es como buscar lo perfecto, lo cual no existe, pero
si debemos buscar una aproximación a todo lo que sea bueno para la mayoría de
los venezolanos, porque la revolución sigue siendo mayoría incluyendo a los que
se quedaron en su casa como una forma de protesta que al final de la sumatoria
perjudica a todos los venezolanos.
Porque ahora tenemos que seguir en la pelea pero más incomoda por lo que
representa tener a una Asamblea Nacional negativa, porque a todo lo que
proponga el Presidente Nicolás Maduro para beneficiar al pueblo le dirán no.
El hecho de que yo esté bravo con un hermano, no significa
esto que no pueda decirle la verdad donde sea y como sea, porque cuando se
posee conciencia de la situación no puede ocultársele lo que es evidente, más
bien si es agradecido debe valorar el gesto para que haga la corrección de lo
que puede estar mal y en consecuencia dar muestras de entender que un grito a
tiempo es a veces necesario que más tarde oír el lamento de un AYAYAY.
Entendemos hasta la saciedad
de que hay manuales escritos, no de ahora, sino desde hace mucho tiempo por el Departamento
de Defensa de los EE.UU para situaciones de guerra con objetivos concretos,
previamente han elaborado y han estudiado los escenarios previsibles. En ello
han invertido cantidades considerables de recursos económicos que pasan de
trillones de dólares. No es nada nuevo, y hay afirmaciones de muchos militares
gringos en el retiro que han declarado al respecto, precisamente un Coronel®
Lawrence Wilkerson, Ex – Asesor de Ronald Reagan, en un video titulado Este Buque
se Está Hundiendo, hace referencia a ello. Ver https://www.youtube.com/watch?v=_blza0NkzIE.
Conociendo todo los acontecimientos
en los 17 años que han transcurrido desde que Chávez ganó las elecciones
presidenciales, es imperativo indicar que la Revolución Bolivariana ha sido torpedeada
por todos los flancos por lo que significa para latinoamerica y el mundo. En
ese sentido, internamente se ha
conformado una oposición que debilitada en sí misma, ha obtenido resultados en
elecciones regionales y nacionales, siendo la última conquistar la mayoría de
la Asamblea Nacional. Y es aquí donde debemos preguntarnos por qué ocurrió eso.
El sábado, 02/01/2016 el
camarada Mario Silva hizo observaciones valederas para lo interno del PSUV y para
los consuetudinarios televidentes de su programa La Hojilla, el cual cuenta con
una altísima audiencia, reconocida por tirios y troyanos. Gústele o no a la
oposición y a los expertos en medios de comunicación social, este es un
programa que cuenta con un gran respaldo de los que están en el diario
transitar en la política venezolana.
Ahora bien, Mario Silva hace
un excelente análisis de la guerra económica dirigida a la familia venezolana,
en ella fue claro que lo más vulnerable resultó ser las amas de casas, puesto
que los productos de primera necesidad, incluidas las medicinas, escasearon al extremo
que muchas compatriotas empezaron a perder la fe en la Revolución Bolivariana,
lo cual no fue más que un alerta reflejada en la dura cifra de compatriotas
afectos a la revolución que no asistieron a votar el 6D-2015.
Antes de continuar opinando
de oficio, en fin de cuentas no todos opinamos igual pero si coincidimos la mayor
de las veces en el fondo más no en la forma, me remito a que el Camarada Mario
Silva tiene que entender que la gente escribe y aporta ideas en cualquier medio
que mejor crea conveniente, por supuesto que me refiero a los medios de
comunicación de izquierda, por eso no se debe estigmatizar a un medio como
Aporrea, que cumpliendo con un rol de permitir la participación de camaradas
que escriben exponiendo su opinión como mejor cree conveniente, que plasman lo que consideran su verdad, porque en
el campo social hay verdad absoluta y también relativa, porque el gregario
dispone de muchas verdades, las cuales se utilizan a conveniencia, siendo así una verdad
relativa, pudiendo hacerse absoluta cuando el consenso y el rigor científico la
establecen como tal. Sin tener arte ni parte en su creación, administración,
ejecución o cualquier afinidad organizacional, Aporrea es en un medio de
discusión política porque allí participan quienes tienen alguna inclinación por
dejar sentir la opinión sobre temas que son sensibles a los gremios, a las
comunidades, porque de ellas vienen y en ellas conviven. El escenario ideal
para discutir política son los partidos y no todos son militantes de partidos
sino que son militantes de la revolución y responsables de lo que dicen y
escriben, eso sí comparto con el camarada Silva, el que escribe debe tener
respeto hacia Nicolás Maduro, porque es el Presidente de todos los venezolanos,
electos por las mayorías y si es del PSUV debe asistir al gran cónclave o
Congreso de la Patria convocado por el presidente para la tercera semana de
enero 2016 para que exponga sus ideas.
Obviando lo anterior, porque
de la discusión política no podemos abstraernos, debido a que es sui generis, hasta
allí el análisis va bien, pero es aquí en donde nos preguntamos si estamos
preparados para enfrentar lo que sigue de la guerra económica, dado a que en el
horizonte se ve su profundización por la reacción oligárquica nacional e
internacional.
Si a eso no le damos
respuesta en lo inmediato, estaremos hablando gamelote y se perderá tiempo en
debates y mientras tanto la derecha sigue haciendo su trabajo, el cual es
seguir azuzando la psiquis del venezolano, porque consciente estamos que ellos
no representan una alternativa que pueda dar solución, sino profundizar la
guerra económica con la vista puesta en el objetivo que tienen planteado, que
no es más que tumbar al camarada Presidente Nicolás Maduro, y por ello no
debemos quedarnos en la pura discusión sin presentar propuestas que ayuden en
el corto plazo a darle la confianza al pueblo, es decir que ante cualquier
adversidad podemos dar solución a lo que se presente, saliendo avante por lo
tanto, ante los enemigos de la revolución.
Es bueno verificar la
historia pasada en donde fue aplicada la guerra económica, pero lo que debemos buscar
es derrotarla, tal como se derrotó el paro petrolero en el 2002-2003.
El pueblo en aquella
oportunidad tuvo la paciencia ante las medidas desproporcionadas que tomaron
los contrarrevolucionarios contra el gobierno del Comandante Eterno Hugo Chávez,
este caso es diferente, aquí se ataca sistemáticamente el estomago del venezolano.
Cómo hacer para que el pueblo junto al gobierno derroten la política de escasez
de productos y de las largas colas ante las puertas de los establecimientos
comerciales.
¿Qué debe hacer en lo inmediato el gobierno
nacional?
Primero, llamar la buena
voluntad del venezolano que apueste por esta revolución. Como de hecho los ha
llamado el Presidente Maduro, sin que en lo inmediato se vislumbre una salida
al problema, debido a que se necesita dirigir recursos económicos que
fortalezcan a los pequeños y medianos productores venezolanos (Agricultura e
Industria); y eso toma su tiempo, para que se dé la respuesta deseada en la reactivación
de ese sector del aparato productivo del país, pero son quienes pueden en este
momento paliar la situación mientras se establecen las cadenas de producción de
una agricultura sostenible que apuntale a la Revolución Bolivariana, de una
industria que provea los bienes y servicios que sean la base de la industria
nacional y del sistema socialista que Hugo Chávez preveía para las próximas generaciones.
Esto lo digo porque las empresas transnacionales son unas boicoteadoras de
sistemas económicos en el mundo, sobre todo en los países que se declaran
libres, independientes y soberanos, y de ellas no se puede esperar nada bueno
porque responden a los intereses imperiales y hasta el cansancio nos hemos
repetido esto una y mil veces, como sordos queriendo oírse cuando presentan tal
discapacidad.
Muchas veces oí al
Presidente Hugo Chávez decir que se apuntalara la economía productiva familiar,
comunal y toda forma de asociación para la producción agropecuaria, se cansó de
poner ejemplos y creo que el Ministerio del Poder Popular para la Agricultura y
Tierra (MPPAT), así como los entes crediticios adscritos a tal ministerio, se
quedaron cortos o no elaboraron los planes para que la economía comunal se
desarrollara con fuerza, no se dieron los créditos y si se dieron no se
establecieron los controles para que los recursos destinados para tal fin no
fueran desviados y al día de hoy pudieran presentar un balance de lo que se
invirtió y lo que se obtuvo.
Otro gallo cantaría hoy si
en el pasado reciente se le hubieran dado los créditos para la siembra de
caraotas, la cría de gallinas ponedoras, para la construcción de las plantas
procesadoras de alimentos concentrados para animales, tal como se está haciendo
ahora con la construcción de plantas de mortero para la Gran Misión Vivienda
Venezuela y plantas de asfalto para las carreteras y avenidas de Venezuela, que
son muy necesarias, pero también son necesarias las plantas que garanticen la
producción de alimentos concentrados para animales, y allí hay una deficiencia
y son los importadores de alimentos o la industria privada nacional la que
lleva la batuta y provee a los pequeños productores del campo cuanto y cuando
les conviene, porque son ellos los que llevan inmisericordemente a la quiebra a
los productores cuando no les proveen las materias primas para sus procesos
agroindustriales. Me remito a la escasez de pollos, huevos y gallinas
ponedoras, debido a que los grandes capitales son los que rigen esa producción
y el gobierno confiando en ellos se encuentra ante terrible realidad. El Che
Guevara decía en un discurso que: “... en el imperialismo no se puede confiar,
pero ni un tantito así”. Ver https://www.youtube.com/watch?v=1HyWwijT2oU.
El capitalismo no tiene
consideración sino con sus propios intereses, por tal motivo se impone la
atención inmediata a la agroindustria socialista con ayuda al pequeño productor
nacional que quiera trabajar con el gobierno revolucionario. Si ahí no aramos,
estamos perdiendo tiempo y por consiguiente a la revolución.
Segundo, tomar las medidas
en lo microeconómico, sin perder la perspectiva de lo macro, puesto que allí es
donde se ha afincado la oposición apátrida, puesto que el empresariado burgués-oligárquico
ha apretado en lo que tiene que ver con la distribución de alimentos, desabasteciendo
los mercados naturales y por ende no se consiguen alimentos tales como las
pastas, caraotas, huevos, azúcar, harina precocida, etc.
No hay repuestos para el
transporte, las maquinarias y equipos, este mismo guion ocurrió en Chile y no
tuvieron tiempo para desarrollar la industria que potenciara la revolución democrática
que se estaba desarrollando en ese hermano país, la confianza en que el
empresariado nacional y transnacional iban aportar su esfuerzo para recuperar
la economía chilena fue su mayor error, acompañado esto en que los líderes
populares no estuvieron a la altura de ese proceso que exitosamente había
logrado la presidencia del camarada Salvador Allende por la vía electoral,
primera experiencia en el mundo de que un líder revolucionario llegar por esa
vía al poder.
Los importadores de
medicinas siguieron la misma conducta de los empresarios nacionales que apoyan
a la oposición. El gobierno tiene que poner mano dura y meter presos a quienes
se le compruebe que desviaron los dólares que se les dio para importar lo
necesario tanto para la alimentación, medicinas y otros rubros, si esto no se
hace se seguirá socavando la credibilidad de la revolución y otros seguirán haciendo
lo mismo por la impunidad.
Tercero, tumbar la
especulación atroz a que han sometido los productos en general. Por esta vía se
perdió todo el esfuerzo que se hizo para el aumento de los salarios. Dependemos
de una economía dolarizada que tenemos que desmontar en lo inmediato, porque ha
sido el caldo de cultivo para que se vaya incubando un descontento generalizado,
que no ha pasado a males mayores porque el Comandante Eterno Hugo Chávez
cimento la Revolución Bolivariana con la conciencia de que la mejor vía para la
solución de los problemas es que todos se sientan participes de la distribución
justa de la riqueza y eso empezó con las misiones, que bastardos intereses de
la contrarrevolución pretenden acabar para depauperar al pueblo y poderlo
dominar con falsas promesas de cambio que no son tales, sino para la oligarquía
nacional y el imperio del norte.
Cuarto, que los nuevos
ministros que sean designados por el Presidente Nicolás Maduro lleguen a
trabajar en función de mejorar las cosas buenas que se venían haciendo en los
ministerios y acabar con los vicios y burocracia que le hacen daño a la
revolución. Por ejemplo, cada vez que llega un
ministro, en lo inmediato se inventa un diagnostico, de lo que se tienen
17 años diagnosticando, por lo cual ya deberían tener una manual por cada año de
ejercitarse en cómo se deben mejorar los procesos por cada propuesta que les
llegan en los cuestionario llenados por los venezolanos. Se hace un despliegue
monumental de información nacional para que en todas las Plazas Bolívar del
país acudan las personas a llenar cuestionarios y eso va a parar a las gavetas
de los funcionarios. Resultado de tal diagnostico, es que estamos como estamos.
Se requiere mayor creatividad pero en función de que los ciudadanos se sientan atendidos
y entendidos con prontitud (eficacia y eficiencia), puesto que de su gestión
depende la imagen del gobierno en lo relativo a resultados que vayan en apoyo a
la reactivación de todos los ítems de la gobernabilidad. Teniendo mayor énfasis
en lo económico y en la tramitación de documentación de cualquier índole. Debe dársele
respuesta tal como lo establece la ley a toda solicitud del pueblo que llegue a
los entes de los ministerios. Se tiene la mala costumbre de darle el silencio
administrativo a las solicitudes de los ciudadanos venezolanos, y algunas veces
dan respuesta que solamente Cantinflas podría interpretarlas, para finalmente
recibir de forma ininteligible una negativa del funcionario que se le ocurrió
responder. De lo anterior puedo hacer la honrosa excepción en lo concerniente a
la recaudación del Impuesto Sobre la Renta (ISR), la cual se ha desarrollado
exitosamente, por lo que el personal de los ministerios y ministros deben
dirigir su mirada hacia allá y hacerse la pregunta que si eso funciona muy bien
por qué otras instancias no funcionan de igual manera. La propaganda es
importante, pero por esa vía se han escapado ingentes cantidades de recursos
que van a parar a manos del Capitalismo, que es el que cuenta con todos los
medios para que lleguen a él. Solamente la propaganda que se difunde a través
de los medios del estado es la que resulta más económica. ¿Por qué si se quiere
que la propaganda e información llegue al pueblo con mayor profundidad no se les
dan los recursos a las comunidades organizadas y hagan posible un gran equipo
organizado propagandístico y de información como medio de cultura para el Poder
Comunal? Especialistas en el área de comunicación social hay suficientes en la
revolución. No solamente generar medios impresos, que son importantes, sino que
así como llega la propaganda casa por casa también debería llegar diariamente
bario por barrio la información de forma
cultural, gente con entusiasmo hay bastante. ¿Dónde están los egresados de la
Licenciatura de Cultura en los estados del país? Eso se empezó a hacer bien y
luego se abandonó, me resisto a creer que fue simplemente porque no generaba
capital a quienes lo empezaron a desarrollar. Yo no veo grandes despliegues propagandístico
en la gestión del SENIAT, salvo la que debe ocurrir en los periodos de
recaudación, para recordarle a los venezolanos las fechas en que tienen que
cumplir con la ley, y ha sido eso tan extraordinariamente bien ejecutado que
año tras año se rompen records de recaudación. Todas las miradas de los
funcionarios deben dirigirse hacia donde se están haciendo las cosas buenas
para emularlas y mejorarlas en bien de las instituciones del estado y por
consecuencia de la patria de Simón Bolívar y Hugo Chávez.
Omar
J. Hernández B
omarhdez78@gmail.com
– omarhdez78@yahoo.com
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