EXTRAORDINARIO ARTÍCULO DE OPINIÓN SOBRE UNA RESPUESTA DEL COMANDANTE TOMÁS BORGES, CUANDO SE LE PREGUNTÓ POR QUÉ SE PERDIÓ, POR UN MOMENTO, LA REVOLUCIÓN SANDINISTA ANTE LA DERECHA REACCIONARIA DE NICARAGUA..
RECOBRARON SU HUMILDAD Y HOY TENEMOS REVOLUCIÓN SANDINISTA PARA RATO.
SI NO REPRODUCÍA EN ESTE ESPACIO ESTA OPINIÓN DE TOBY VALDERRAMA Y ANTONIO APONTE, SERÍA HACERNOS UN DAÑO A LOS QUE CREEMOS EN LA REVOLUCIÓN BOLIVARIANA, PORQUE NUESTROS BURÓCRATAS SON LOS QUE POR FALTA DE HUMILDAD HAN PUESTO EN PELIGRO TODO EL ESFUERZO QUE HIZO CHÁVEZ EN POCO TIEMPO POR TENER UN PAÍS LIBRE Y SOBERANO.
CAMBIEMOS DE APTITUD ANTE LOS AVATARES QUE LE HA CORRESPONDIDO ENFRENTAR A LA REVOLUCIÓN BOLIVARIANA, Y RECTIFICAR LO QUE SE HAYA DESVIRTUADO NO ES COBARDÍA, NI RECULAR COMO DECIMOS EN CRIOLLO TAMPOCO, PORQUE A VECES ES NECESARIO IR UN MOMENTO HACIA ATRÁS Y HACER LA REINGENIERÍA DEL PROCESO PARA COGER UN IMPULSO PARA DAR EL GRAN SALTO QUE REQUIERE SITUACIONES COMO LA PLANTEADA; MÁS BIEN ES UNA DE LAS 3 R QUE CHÁVEZ RECOMENDÓ PARA AVANZAR EN EL PROCESO DE CAMBIO Y DIGNIFICACIÓN DEL PUEBLO VENEZOLANO.
OMAR J. HERNÁNDEZ B.
POR SU RECORDATORIO DE ESTE IMPORTANTE ARTICULO DE OPINIÓN DE LOS CAMARADAS CITADOS ANTERIORMENTE.
martes, 3 de marzo de 2015
Por Toby Valderrama y Antonio Aponte
LA
HUMILDAD .
Poco tiempo después de la derrota del Sandinismo en Nicaragua, vino el Comandante Tomás Borge a Caracas y dictó una charla en la Universidad Central de Venezuela. Al terminar la conferencia, de manera informal, un grupo de jóvenes improvisó una tertulia con Borge. El Wikingo, así se llama quien para la época era un aventajado estudiante de Geología, hoy curtido revolucionario forjado en mil batallas y abundantes derrotas, le preguntó: "Comandante, ¿por qué el Sandinismo fue derrotado?” Y el Comandante-poeta respondió relancino: "Porque perdimos la humildad". Más que una frase fue un flechazo al alma. Sólo un poeta podía resumir todo un proceso en un verso, en un epitafio.
La pérdida de la humildad arrastra dos vicios: la ostentación y la soberbia. Estos pecados hacen mucho daño a una Revolución. La ostentación trae el mal ejemplo, la desconfianza, el derroche: los carros, las prendas, las ropas caras, el reloj, casas suntuosas, son malas compañeras para la Revolución. La soberbia vuelve ciegos y sordos a los dirigentes a cualquier nivel, no atienden a la masa, de ella se separan. Pero lo peor es que nubla la mente, impide el entendimiento, desprecia el estudio, cultiva la vanidad, se cree sabio, simula sapiencia, da todo por sabido, confía en ese raro invento que llaman “los saberes”, éstos se transmiten por ósmosis, sin esfuerzo.
La soberbia impide la discusión. ¿Si todo se sabe,
para qué discutir? La discrepancia necesaria para el debate se califica de
desobediencia, los argumentos contrarios se descalifican. Las advertencias de
la necesidad de corregir el rumbo, son atrevimientos de "loquitos"
¿Cómo se va a equivocar quien todo lo sabe? Las alertas de las amenazas del
imperio son desestimadas, las encuestas todo lo cubren.
Razón tenía el Poeta-comandante, la pérdida de la
humildad es letal para una Revolución.
Sería un buen ejercicio explorar las causas de la pérdida de algunas Revoluciones, sin duda la enseñanza será importante.
Sería un buen ejercicio explorar las causas de la pérdida de algunas Revoluciones, sin duda la enseñanza será importante.
La Revolución Soviética, en el pensamiento del Che,
se derrumbó por usar las armas melladas del capitalismo para construir el
Socialismo. La Nueva Política Económica que implementó Lenin como forma de
resistencia a una situación, fue instaurada como una estrategia. Allá los
dirigentes perdieron la humildad. Domingo Alberto Rangel criticaba a un alto
dirigente soviético que coleccionaba autos de carrera.
Los chinos, en contra de la opinión de Mao, quien
ensayó la Revolución Cultural para impedir el deslizamiento hacia el
capitalismo, cayeron seducidos por los oropeles y hoy exhiben con "orgullo
metálico" sus millones de acaudalados capitalistas, y esconden con
vergüenza a los cientos de millones de explotados esclavos.
Es así, la historia del mundo lo muestra, la
humildad es un buen antídoto contra la restauración, y su pérdida es un
indicativo de que los asuntos de una Revolución van mal. Concluimos
recordándonos el viejo consejo: "Cuando veas la humildad de tu vecino
arder, pon la tuya en remojo."
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