DESAPARECIDO POLÍTICO DE LA IV REPÚBLICA

DESAPARECIDO POLÍTICO DE LA IV REPÚBLICA

jueves, 10 de agosto de 2017

La cuestión política, petrolera y económica que debemos estudiar junto a la juventud venezolana

La cuestión política, petrolera y económica que debemos estudiar junto a la juventud venezolana

El negocio petrolero radica en que hasta ahora es la fuente energética más barata del mundo y eso lo conocieron siempre los países europeos con mayor avance tecnológico y los Estados Unidos de Norteamérica, país que interviene en todas las instancias en latinoamerica, el que considera a toda américa como su patio trasero y a todas las riquezas que posee como parte de sus propiedades, para ello  fueron constituyendo empresas petroleras que luego mutaron a grandes corporaciones transnacionales que son las que rigen las políticas y el comercio capitalista en ese país y en el resto del mundo.

Luego de que las siete hermanas Gulf Oil Corporation; Standard Oil of California (Chevron); Royal Dutch Shell (Gran Bretaña y Holanda); Texaco; Standard Oil of New York (Mobil); British Petroleum (BP) de Londres, Reino Unido y la Standard Oil de Estados Unidos (Exxon), conocidas estas como las empresas petroleras del imperialismo, británico y estadounidense, certificaron las reservas en los países que tienen en el subsuelo el“maná negro” y los declararon como objetivos estratégicos para apoderarse de esa riqueza que pertenece a los pueblos de esas naciones, en tal sentido, se desataron juegos de guerra que incluyeron magnicidios, guerras civiles inducidas, invasiones y todo tipo de desestabilización política que devinieran en ocupaciones territoriales, amparadas en una “supuesta protección” a la población civil o “ayuda humanitaria”, aprobadas por quienes controlan las decisiones en la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y acciones militares que deben ser ejecutadas por la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).

En Venezuela, desde la aparición del primer pozo petrolero en el año 1873 en el Estado Táchira, se inicia la producción en 1875 por intermedio de la empresa "Compañía Nacional Minera Petrolia del Táchira"y de una vez comienza la aparición de la casta petrolera, que aceleraría el paso de un país con tradición y vocación agrícola hacia uno que se basaría en el rentismo proveniente del “excremento del diablo” como una vez lo llamó el Dr. Juan Pablo Pérez Alfonzo.
En el contubernio de los gobiernos títeres que tuvo la IV República con el imperialismo yankee, subordinados a sus intereses, se fue construyendo una falsa democracia, la cual se invocaba cada cinco años, cuando llamaban al pueblo para que les certificara en las urnas electorales todos los negocios que se hacían a sus espaldas. Había una relación muy bien elaborada desde Estados Unidos, se basaba en petróleo y política, subordinando los intereses de la patria a los gobiernos norteamericanos, a la vieja usanza de la “Doctrina Monroe”, la cual está amparada por las decisiones que se toman en el “Ministerio de las Colonias de Estados Unidos”, Fidel Castro dixit, con respecto a la Organización de Estados Americanos (OEA).

De ese proceso de neo colonización del imperialismo yankee nace en Venezuela la clase media moderna que se acostumbró a recibir las migajas de los excedentes petroleros, que le alcanzaban solamente a esos privilegiados, dejando al mayor sector de la sociedad venezolana a su suerte, la clase obrera y campesina, que con su fuerza de trabajo, los hacía cada día más ricos, mientras los pobres de siempre se sumían en el atraso, el analfabetismo, la miseria, el abandono, las enfermedades y todo tipo de descomposición social que envilecía sus almas y que los llevaba a convalidar, por desconocimiento, por desinterés, la pseudo democracia “puntofijista”.

Bajo el fuerte influjo de los petrodólares la patria de Bolívar vio como cada día crecía la “agricultura de puerto”mientras los campos eran abandonados para convertirse en tierras asoladas y los campesinos salieron a las ciudades a poblar los cinturones de miseria en barrios, hacinados como en ghetos en donde vivía el lumpenproletariado, sin servicios públicos, tal como lo describió muy bien el profesor canadiense Michel Chossudovsky (1946), quien trabajó junto a un equipo de profesionales de economía en un estudio titulado “Pobreza y Marginalidad en Venezuela” para la Oficina de Coordinación y Planificación (CORDIPLAN) del gobierno de “Locoven” en 1976, que por lo crudo de lo que la investigación arrojó fue prohibida su publicación, no quedándole más a Chossudovsky que divulgarlo en su libro “La Miseria en Venezuela”, el cual fue editado por Vadell hermanos Editores, consultada por el suscrito en la 2ª Edición, del 27 de octubre de 1977.

Los liderazgos políticos de pensamiento progresista, confundidos, sin orientación que los llevara a una clara visión de poder, daban bandazos y conducían al movimiento de izquierda a consecutivas divisiones y derrotas que los atomizaba, al extremo que sus votaciones electorales no pasaban del 5% de la población que ejercía el sufragio. El Consejo Supremo Electoral (CSE), que convalidaba las elecciones burguesas, era un antro de corruptelas que esquilmaba los votos a los partidos de izquierda que acudían a los procesos como una alternativa para buscar la esperanza de cambiar la situación a que los conducían los gobiernos adeco-copeyanos que se alternaban en el poder y  se repartían todos los beneficios, que les hacía llegar la industria petrolera que realmente era la que mandaba en este país, de donde los líderes de la democracia chucuta medraban del petróleo, fuente generadora de divisas.

En esos tiempos, desde los años ´60, cuando llega al poder el socialdemócrata, comunista renegado, traidor a su pensamiento y a su clase social, como siempre lo fue, Rómulo Betancourt (1959-1963), se hace una Constitución a su medida en el año 1961, y con ella se inician los nefastos gobiernos adecos–copeyanos del “Pacto de Puntofijo”, todo con la anuencia del gobierno de Estados Unidos. Se puede decir que es una época de protección a la Clase Alta y la Clase Media, que serían las mejor impactadas por el boom petrolero, dejando como siempre al más grande sector, los pobres, abandonados a su suerte y en completa inopia.

Luego sucederían dos periodos de gobiernos, signados por la destrucción del prójimo, Raúl Leoni (1964-1968) y Rafael Caldera (1969-1973), condujeron la política de la lucha contra el “comunismo”, doctrina que dejó muy acendrada en sus discípulos Betancourt, muchos sufrieron por querer mejoras para su pueblo, no había paz con la miseria, seguían esos gobiernos sumisos, como en el pasado, bajo la bota del imperio norteamericano y de sus aliados en el mundo. Venezuela se convertía en un país proveedor de petróleo seguro para convertir esa fortaleza en superioridad energética que les permitía enfrentar cualquier posible guerra con solvencia, tal como ocurrió en la Segunda Guerra Mundial, cuando el suministro de esa materia prima les permitió tener el combustible para su maquinaria y equipos bélicos.

Los venezolanos que estaban en las nominas del gobierno y de las petroleras que hacían actividad económica en el país, se acostumbraron a viajar particularmente a la ciudad de Miami, Estado de La Florida, Estados Unidos, donde empezaron a invertir el fruto proveniente del petróleo, dólar a Bs. 4,30. Era muy famosa la frase “ta` barato, dame dos” por la cual eran conocidos en la citada ciudad. Tiene esa etapa su mayor auge durante el gobierno de Carlos Andrés Pérez (1974-1978), cuando los precios petroleros tuvieron un alza por los conflictos bélicos en el medio oriente. Por la abundancia de ingresos de dólares se considero ese periodo como el mejor gobierno del mundo, alabado por las corporaciones petroleras después de  nacionalizada dicha industria, caso único en el mundo como lo dijo el MSc. Fernando Travieso, el lunes 05 de junio de 2017 en Venezolana de Televisión (VTV).

Esto pudo hacerse hasta el gobierno del copeyano Luis Herrera Campins (1979–1983), quien descubrió que la “botija estaba vacía” y que durante su gestión se develó el famoso “viernes negro”, cuando ocurrió la corrida de dinero más grande de los bancos de Venezuela, entre tantas otras tropelías, que desangraron a Venezuela, iniciándose un procesos inflacionario que acabó con los ingresos de la mayoría de los venezolanos. El presidente folklórico dejó que sus copartidarios junto a los adecos robaran a sus anchas las arcas del estado; además que los tráficos de influencia fueron el caldo de cultivo para llenar la administración pública de burócratas ineficientes, con el agravante de que fortalecieron las “tribus judiciales” que decidían los casos de corrupción que se denunciaban a granel y que las sentencias salían siempre a favor de los involucrados en tales actos.

A tal extremo llegó la opulencia de la clase media venezolana que se manifestaba en los detalles de su dieta, puesto que ciertos productos como las sardinas enlatadas, espaguetis, jamonadas y mortadelas las compraban para alimentar a sus perros, que también tenían y tienen derecho de alimentarse, pero eso contrastaba con una inmensa mayoría de personas a los que no les llegaba la alimentación y tenían que comer perrarina, pellejos y los sobrantes de las charcuterías, que podían comprar a duras penas.

Lo aquí expresado no es cuento, lo vivieron las personas que contemplaban las injusticias sin poder hacer nada, porque el status quo” tenía sus cancerberos que se hacían cargo de cobrar por cualquier vía los descontentos que pudieran expresarse. Muchos fueron los presos por protestar esas circunstancias, los desaparecidos, los muertos; además los torturados, que hoy pueden libremente contar esa situación de terror que vivieron y que indirectamente también sufrieron los familiares de los venezolanos que se oponían a un sistema opresor y dictatorial de los partidos del régimen socialdemócrata burgués.

Tal situación no pudo sostenerse por mucho tiempo, porque fue generándose el caldo de cultivo que trajo como consecuencia un levantamiento generalizado de la población venezolana, que se conoce como el Caracazo de 1989, cuando Carlos Andrés Pérez, lanza el paquetazo, un "shock económico", que afecta los sueldos y salarios al incrementar el costo de la gasolina y el pasaje del transporte público, amén de los costos de los productos de primera necesidad que escaseaban, no porque no  hubiera producción, sino porque no alcanzaba el dinero para tener acceso a ellos. La rebelión popular rebasó los cálculos políticos, al extremo que el gobierno tuvo que sacar al ejercito a la calle y se cometió el genocidio más grande ocurrido en “democracia”, en un día se asesinaron más de 3000 personas, un cálculo conservador para quienes presenciaron dicha masacre.

Surge una esperanza en 1992, cuando ocurre la REBELIÓN de un grupo de militares patriotas encabezados por el Comandante Hugo Rafael Chávez Frías, quienes vienen de las entrañas del pueblo, que conocen la realidad del país; y tal acción de solidaridad con el pueblo fue frustrada por las traiciones que siempre están presentes, en aquellos que prefieren las comodidades personales a costa del sufrimiento de las mayorías depauperadas.

A la caída de Carlos Andrés Pérez, por corrupto y desviar fondos estimados en 250 millones de bolívares (17 millones y medio de dólares para la época) para una partida secreta del Ministerio de Relaciones Interiores, denuncia realizada por el Dr. José Vicente Rangel Vale y la cual procesó la Fiscalía General de la República, a cargo del Dr. Ramón Escobar Salón, quien solicitó un antejuicio de merito al Tribunal Supremo de Justicia en contra del presidente en ejercicio el 11 de marzo de 1993, ese dinero fue utilizado para apoyo internacional para el servicio de escoltas de la Presidenta de la República de Nicaragua, Violeta Chamorro y la Vicepresidenta Yesseany Medina Parra. No salió en hombros de Miraflores como había soñado y le había respondido a una pregunta que le hizo al respecto el Premio Nobel Gabriel García Marques, sino que salió con unas esposas en las manos directo al Internado Judicial del Junquito por los delitos de malversación genérica y peculado doloso, en criollo por ladrón.

En Venezuela tomaron la decisión en el Congreso Nacional que se nombrara a Octavio Lepage para que asumiera la presidencia en un gobierno interino que duró 15 días, desde el 21 de mayo de 1993 hasta el 5 de junio del mismo año; luego para seguir con la pseudo democracia procedieron a nombrar por el sistema burgués del referido congreso al historiador, Dr. Ramón José Velásquez (05/06/1993 – 02/02/1994), quien convalidó la fuga de uno de los narcotraficantes más buscados en Venezuela, Larry Tovar Acuña, por ese caso de narcoindulto en donde la Secretaria Privada de la Presidencia de la República, María Auxiliadora Jara Rangel de Tarazona, consiguió la firma del presidente para sacar de la cárcel a quien cumplía condena por tráfico de estupefacientes; además en ese periodo ocurrió el desfalco del Banco Latino y la corrida de las divisas hacia el exterior, por estos y otros sonados sucesos se podría sacar la conclusión de cómo avanzaba la democracia chucuta en el país.

Fracasado el intento de tomar el poder por la rebelión militar, se monta sobre ese acto político el ex-presidente Rafael Caldera (1994-1998), quien obtiene la presidencia para su segundo periodo constitucional, en donde ocurre un desastre económico muy publicitado como lo fue otra corrida de dinero de los bancos, entre ellos el del famoso Banco Latino, cuyos directivos se llevaron los dineros fuera del país y para más colmo el presidente Caldera les da los recursos a los banqueros para recuperar el banco, dejando a la inmensa mayoría de los venezolanos, que guardaron sus dineros en dichas instituciones mercantiles, en bancarrota.

Es importante denotar que a partir de unas investigaciones que se iniciaron, porque era insostenible ocultar los actos de corruptelas de ese gobierno, se comprobó que muchos políticos corruptos obtenían los conocidos“créditos blandos”, los cuales no pagaban a los bancos y/o a banqueros por los favores que dispensaban desde sus curules en el Congreso nacional, esos supuestos créditos se ejecutaban a través de mecanismos, que no permitían ser auditados y por consiguiente la corrupción quedaba solapada, hasta que estallo la crisis bancaria, esos créditos les permitían hacer compras, tanto en Venezuela como en el exterior. En los periódicos, de 1994 a 1998, aparecen destacados los nombres de los politiqueros que utilizaban la estrategia de financiarse con los dineros del pueblo depositados en los bancos, estos se convertían en maulas por el desfalco, a pesar de que el gobierno depositaba a través del Fondo de Garantías de Depósitos (FOGADE) para que pagaran a los ahorristas.

Era tal el grado de descomposición política y económica, que no habiendo más alternativa para el pueblo, el revolucionario Hugo Chávez, liberado en 1994 de la “cárcel de la dignidad” consideró prudente, tras deliberaciones en su grupo político, el Movimiento Bolivariano Revolucionario 200 (MBR–200), acudir a las elecciones de 1998, y con las mismas armas de la burguesía participar y para sorpresa del mundo, con la determinación del pueblo, logra ganar la presidencia de la república, abriéndose una oportunidad para realzar la esperanza de quienes no veían luz en el túnel en el cual los habían metido por varios siglos la oligarquía-burguesía de esta parte del mundo.

Lo que venía pregonando Hugo Chávez, en su oferta electoral, era que se realizara una Asamblea Nacional Constituyente, que diera origen a una Constitución que sirviera como carta de navegación para los nuevos tiempos del siglo XXI. Una vez que gana las elecciones e instalado en Miraflores, redactó los Decretos que le llevarían a cumplir con la palabra empeñada a su pueblo. Esa constitución fue odiada a muerte por los partidos políticos opositores y sus militantes, es decir los representantes de la oligarquía y la burguesía de ayer, Acción Democrática y COPEI; y los de ahora, Primero Justicia, Un Nuevo Tiempo, Alianza Bravo Pueblo, entre otros.

La clase pudiente del sector de la producción y del comercio, los medios de comunicación social (dueños de periódicos, televisoras y radios), confederados en FEDECAMARAS, propiciaron un golpe de estado el 11 de abril de 2002, e inmediatamente el 12 de abril del mismo año condenaron la Constitución de 1999, la cual derogaron, junto a todos los poderes públicos del estado venezolano, eso está en la Mas Media tradicional y en la redes sociales, como evidencia y denuncia de los que son enemigos de la Revolución Bolivariana, la atiende los problemas del pueblo por todas las vías y maneras posibles. No se puede venir a engañar a quienes vivieron todo lo aquí descrito. Es hora de que se analice en frio cuales han sido las ventajas y desventajas de vivir bajo un gobierno revolucionario y a partir de allí buscar la perfectibilidad de la propuesta del pueblo, es decir una Democracia Revolucionaria.

Chávez se convirtió en un líder mundial, porque hizo valer su palabra de hombre honesto y fiel a sus principios, cumplió con su pueblo y ayudó a países de este continente y de otros para que superaran situaciones difíciles por las cuales atravesaban, circunstancias de las que no están exentos los pueblos del mundo, siendo una voz en los foros internacionales para la defensa de la humanidad y de la vida en el planeta, luchando por los más desposeídos y creando una nueva alternativa que llamó el “Socialismo del Siglo XXI”, ante un capitalismo decadente y destructor del planeta.

Lo importante es que por más que han querido sacar a Chávez del corazón del pueblo, tan igual como trataron de hacer con el Libertador Simón Bolívar, no lo pueden lograr porque la ventaja que tiene es que utilizó todos los medios de comunicación social para dejar sentada su obra, más allá de lo que se pudiera especular por quienes son sus apologistas y críticos, él dejó escrito de su puño y letra; en audiovisuales; en la prensa escrita; en libros y revistas y hasta en el cine, todo su pensamiento político, toda su gestión como gobernante que lo fue desde 1999 hasta 2013, conduciendo sin descanso la Revolución Bolivariana, aun estando enfermo y en estado de gravedad.

La inmensa mayoría de los venezolanos están deseosos de paz y de progreso económico y por ello han aplaudido la iniciativa del Presidente Nicolás Maduro de llamar a una nueva Asamblea Nacional Constituyente en donde se debatan los grandes problemas de la Venezuela de estos tiempos para buscarle solución entre todos, sin injerencia de quienes ven a nuestra patria como un botín por los recursos que en estas tierras están para ser explotados para atender las necesidades del pueblo.

Se tiene como obligación leer sobre la historia reciente del país, desde el periodo del General Marcos Pérez Jiménez hasta nuestros días, eso para que se vea una muestra de lo que ha sido repetitivo, es decir las tragedias que le ha tocado vivir a Venezuela con relación a los tipos de gobierno y la influencia que han tenido los diferentes gobiernos de Estados Unidos, en donde  lograron imponer su política como una forma de dominio sobre los intereses de la patria,  aprovechándose, en tiempos de la IV República, del petróleo a precios de 7 dólares el barril, y de otros recursos, sin que le haya quedado un saldo positivo a la nación. Al llegar Hugo Chávez a la presidencia, se cambiaron las reglas de juego y se empezó a tomar control, como gobierno libre, independiente y soberano, de lo que otros presidentes nunca se interesaron por defender: Hacer respetar la institucionalidad y a su pueblo, con autonomía de territorio.

Es necesario salirle al paso a una campaña que se tiene para desmoralizar al venezolano, la cual tiene como lema“éramos rico y no lo sabíamos”, lo que no entienden los compatriotas es que solamente el gobierno norteamericano dejaba caer migajas, pero solamente a los ricos para hacerlos más ricos y de esa manera tener el dominio de la inmensa mayoría del pueblo. Los Estados Unidos aplican la fabula del Burro y la Zanahoria, para proteger sus intereses, inmiscuyéndose en todos las decisiones de la vida pública y haciendo creer que en este país gobernaban los nacidos en esta patria, y eso no era así, porque en latinoamerica son los yankees los que ponen y quitan gobiernos, hasta que se salieron dos genios de la botella (Fidel y Chávez) quienes lograron poner las cosas en su lugar, tal como lo hubiera querido per sécula seculórum el Libertador Simón Bolívar.

Como es obvia la guerra económica, el bloqueo de alimentos, medicinas, financiamiento económico, entre otras medidas tomadas desde el gobierno estadounidense, es necesario ir tomando acciones con los socios estratégicos, Rusia, China, India, entre otros de peso económico, para ir blindando la moneda patria, de tal manera que se pueda tener, como gobierno libre, independiente y soberano, las negociaciones directas que permitan fortalecer la economía, tal como en su oportunidad lo propuso el Comandante Eterno Hugo Chávez, que debía crearse una moneda para el intercambio comercial, sin tener que obligatoriamente realizar las operaciones financieras con el dólar, moneda esta desprestigiada y que solo sirve a los intereses del capitalismo.

Por último se requiere que en la Asamblea Nacional Constituyente se tomen medidas radicales, revolucionarias que garanticen la defensa del salario y el poder adquisitivo de todos los trabajadores de Venezuela, en lucha permanente contra la especulación y a favor del trabajo productivo, en ese sentido se ha propuesto que se cambie el patrón de la moneda del país, es decir sacarlo del patrón del pernicioso dólar, que no tiene ningún soporte económico puesto que el mismo lo emite la Reserva Federal de Estados Unidos de manera inorgánica, en cambio en la patria de Bolívar y Chávez se cuenta con el aval certificado de las riquezas  petroleras, de oro y de diamante, entre otros minerales de valor estratégico como el Uranio, Thorium, la biodiversidad y el agua dulce, que pueden respaldar o sustentar  una moneda basada su fortaleza en el “Petrobolívar”, en anterior oportunidad (13/09/2007) quien suscribe realizó tal propuesta en un artículo de opinión publicado con ese nombre en www.aporrea.com.

MSc. Omar José Hernández Borges
CI: V – 4.002.856 / Telf. 0414-2732345

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